domingo, 17 de diciembre de 2017

La libertad de mis alas.

Recuerdo vagamente
su acantilado de silencio
defendiendo su lado oscuro,
casi un viento de pecado.

Desgajada en la sombra
mi mano ordena papeles
de un amor lejano
casi un cielo frío.

Camino del umbral de la noche
palillea entre los huesos
la tristeza de la ausencia
en una mortaja triste.

Midió mi cuerpo con la única
palabra impronunciable.
Talismán de todos los sentidos
con un significado  estremecido.

Ahora que no se detiene
la luz inesperada que hiere
el perfume que agoniza en un silencio
descubro la nostalgia del deseo.

Carmen Ortigosa.

No hay comentarios:

Publicar un comentario