lunes, 25 de enero de 2021

Dibujos y textos.

Sobre una serie de dibujos de Alberto Vicente (alvicmon), el poeta y escultor José María Garrido, y la poeta y fotógrafa Dori Rosado, escriben textos sugeridos por las imágenes. 

Genial la visión poética de José María, sobre los dibujos de Alberto. La poesía testigo atento de lo que acontece a su alrededor. Me gusta esa "mirada" que escruta y profundiza, sobre lo no dicho en los dibujos. José María va más allá. Alberto es un provocador con su arte, sabe incitar nuestra curiosidad. Se abstrae de la realidad, para  configurar los trazos  que su mente ve, más allá de la realidad. Es un observador de la sociedad actual.
Sin imponer su criterio, deja caer su lápiz en el papel. El poeta-comunicador, lo deja a la interpretación colectiva.
Carmen Ortigosa. 

CAMPANA DE VACÍO


Dentro de esa campana descrita por tu autor

yo percibo las líneas de la sensualidad,

tu boca exuberante,

dirige mi mirada  

hacía esos abalorios que penden sobre ella.

Y te siento odalisca

aunque tú no lo sepas.

Dori Rosado


El pensamiento va de fiesta, con ojos sorprendidos y vestido de corbata, hasta llegar a un cuento de hadas y allí, en el santuario de la magia, baila esperando a la bruja, hasta romperse el zapato de cristal. No sé qué versos canta, pero viene el viento, tal vez subido en una escoba. Se encuentran en una rima en consonante, como en un arpegio de guitarra, y bailan, bailan hasta burlar a la muerte. Se cumple el objetivo y el hechizo no se rompe, porque aún no han acabado de bailar.

José María Garrido



CAPITOLIO



El poder de un Estado,

la arrogancia de hombres que se creen imbatibles

por ver la luz primera donde quiso la suerte.

Esos dos pajarillos que escaparon a tiempo

los miran compasivos,

porque saben que el mar,

cuando así lo decida, acabará con todo.

Dori Rosado 


Lloran los ojos sobre el mar

y da la sombra,

lloran los ojos sombre el mar y busca el sol

y piensa más mientras se hunde

afloran las arrugas en su frente

agudos disonantes 

y le ahoga ese silencio bullicioso

que se escapa de las olas

La cabeza aprisionada por la muerte

El dolor creciente y expandido

Y una jaula sin fin y sin fronteras

que le aplasta.

José María Garrido




REFUGIO INVERNAL 



Cubiertas por las nieves del invierno

se apoyan las manzanas en el grupo

y  protegen del frio un corazón que late.

Igual que esas manzanas que se niegan a helarse,

llegaremos nosotros más unidos que nunca

al final de esta etapa de confusión y miedo.

Dori Rosado

Desde dentro de la tierra

su boca me devora,

circular, 

equidistante y escondida

cargada de sobras y sorpresas

y deja salir como árboles solemnes

los cuatro puntos cardinales de su angustia

los cuatro pensamientos liberados

el antes y el después, el arriba y el abajo

y se quedan escondidas las preguntas

¿Dónde? ¿Por qué?

Tal vez porque es invierno.

José María Garrido


LA CASA DE LA ROCA


Eliges la belleza extrema

sentada en esa roca que todo lo domina.

A cambio tu  tristeza del que se siente solo,

es la cara y la cruz de una moneda

la eterna dualidad de los humanos. 

Dori Rosado 


Qué negra es

la línea que separa el cielo,

la tierra

y el infierno tan cercano.

Cabezas separadas,

Pájaros sedientos,

Montañas amarillas,

sombras, trazos de cristal,

trenzas de plomo,

manos escondidas

y ese suelo inseguro

que no soporta la locura del artista.

José María Garrido



    ANTE TODO TRANQUILIDAD


Has escalado un árbol desprovisto de ramas,  

para gritar a todos y a ese hombre

que la madre y la amante

se quedaron abajo,

Y ahora solo eres tú

buscando entre las nubes

todo lo que soñaste.

Dori Rosado


Una escalera o el abeto de la vida

con sus ramas  oxidadas o esa mano izquierda que  cae

El equilibrio una quimera con  raíces

Y tal vez los ojos bien arriba

Desnudos de dolor, mirando al infinito

Escribiendo un poema desigual

cosido en  asonantes

sin costuras

señuelo de la senda

El blanco de la nieve

lo atraviesa en un silbido

                                                                      y parece gemir una balada.

José María Garrido




CONTENEDOR DE RUIDO


Con la tapa abierta y barrotes huecos

pretendes contener lo que tú llamas ruido.

Quizá sea solo música distinta

para gentes de mundos diferentes.

Dori Rosado 


Por sus agujeros

dejo que se acerca la música

y abro las ventanas.

Descubro el infinito y los planetas.

se rompe el horizonte.

y el sentido se hace azul

mientras gira. 

Descubro a noche,

la noche y una jaula

la pintura se dilata y se hace negra

la imagen está presa

                                                                        en una mano poderosa.

José María Garrido


BOCETO PARA ESFINGE



Envuelto en ese traje futurista

me dices que eres hombre de otra época,  

tecnología punta en tu apariencia,

expresión de tristeza en esos ojos

que hablan del afecto y sentimientos

de un mundo que tal vez solo intuiste. 

Dori Rosado



Extendidas las manos del sultán

a modo de dos palmeras

con ojos para no ver,

el desierto en el que reina

oculto por la mirada

al lado del pensamiento

banderas que no se mueven

 Un discurso interminable

va recorriendo sus labios

nada dice, todo calla

respira, mata y sonríe,

                                                                y se mueve muy despacio.

José María Garrido



LA ÚLTIMA PARRILLADA SALVAJE


Estos peces que se creyeron libres,

reflejan lo que somos.

Criaturas indefensas apresadas en redes.

Y  nos dejan movernos hasta que alguien decide

que es hora de encender la parrillada.

Dori Rosado 


Es el errático viaje

del lapicero de aquel dios,

sobre el papel en blanco 

hecho universo,

traza un camino inescrutable,

 el séptimo día de la creación

y sin descanso

esboza una figura irreverente,

extraña forma a la que insufla vida,

una efímera vida

que se agota con la muerte

y la sienta, perfecta, en su regazo          

 a la puerta ya cerrada,

de aquel hermoso paraíso, y descansa

José María Garrido



LA PODEROSA TORRE


Esa tela de araña que termina en el cielo

incitando a escalarla para llegar al límite

me anima  a comprobar de lo que soy capaz

retándome a vencer el miedo a lo posible.

Dori Rosado 


Necesito garras de primate

para regresar despacio a las cavernas

sujetándome entre las cuerdas

de este delicado trampolín

el tiempo se pierde en las ventanas

de este horizonte horizontal

porque yo no miro hacia lo alto 

mis ojos van de frente,

pisando mi camino;

el cielo está muy lejos

el cielo está escondido 

detrás de cada sombra

detrás de cada esquina.

José María Garrido



EL SUEÑO DEL PIROTÉCNICO


Tus  fuegos de colores

Inundan con su luz las noches de verbena,

para reír un poco, para bailar soñando,

para cambiar los grises por brillantes figuras

y  hacer del día a día  un lugar habitable

donde la luz perviva y no sea pirotecnia.

Dori Rosado


Cinco dedos por corona

a modo de minarete,

un trinquete en una esquina

señal de suerte y fortuna

Sin nombre ni condición

desnuda de hipocresía

sola y feliz en la vida

señora de luna y tierra 

soñadora impenitente

con un camino a sus pies

y a su derecha, dos rosas

                                                                      como huellas en el viento.

                                                                            José María Garrido





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